Son casi veinte años durante los que el Conservatorio Jesús de Monasterio ha acercado la música a los escolares de los centros educativos de la comunidad de Cantabria.
Comenzamos con la ilusión y el entusiasmo del entonces pequeño grupo de profesorado que sesión tras sesión veía la entrega y el goce de nuestro joven auditorio.
Nuestros músicos han pasado por mil y una aventuras musicales. Desde unos instrumentistas un tanto zoológicos (con el ya clásico efecto gaviota-contrabajo que nos llevaba hasta la misma bahía), pasando por un vecindario de lo más inverosímil, para acabar en las cocinas de unos afamados chefs que celosamente guardaban sus partituras más selectas.
Nuestra excusa es una historia a la que ponemos música y que no sería realidad sin la presencia de vosotros, chicos y chicas, profesores y profesoras. En definitiva, una experiencia compartida de la que todos aprendemos.
En esta ocasión hemos montado un escenario muy especial. Nuestra orquesta se viste con las galas de un circo, nuestros instrumentos se transforman en personajes de un mágico mundo en que el “más difícil todavía” se adueña de nuestra imaginación.
Con una puesta en escena de lujo, los alumnos y alumnas de Artes Escénicas del Instituto Leonardo Torres Quevedo de Santander exprimen cada sonido, cada gesto, cada palabra de nuestra historia para haceros llegar a todos un mensaje lleno de colorido y emoción musical.
Nuestro objetivo es acercar el conservatorio, sus instrumentos, dar a conocer un entorno académico en el que desarrollar la personalidad y las capacidades artísticas de los niños y niñas, de grandes y pequeños.
En definitiva, queremos compartir nuestro día a día, fomentar el disfrute de la música y aportar nuestro pequeño grano de arena en la formación de nuestro alumnado, atendiendo a las demandas de nuestro entorno y en un continuo intercambio de conocimientos.
No nos vamos a extender más, ¡que comience la función!