¿POR QUÉ ALEXANDER CALDER?
Porque creemos en el carácter multidisciplinar de nuestra actividad y la música, junto con las artes plásticas, nos brinda un sinfín de posibilidades.
Porque queremos acercar la música desde una variada visión artística y este genial personaje nos ofrece todo un universo plástico en el que sumergirnos.
Porque nos gusta su arte, su imaginación, su sentido del humor y eso nos inspira.
Porque queremos acercar la música desde una variada visión artística y este genial personaje nos ofrece todo un universo plástico en el que sumergirnos.
Porque nos gusta su arte, su imaginación, su sentido del humor y eso nos inspira.
¿QUIÉN ES ALEXANDER CALDER?
Escultor, pintor, diseñador, hizo un poco de todo en el mundo artístico. Bueno, de todo no. Hasta ahora nadie habla de que compusiera música, pero su obra bien vale más de una sinfonía.
En el siguiente enlace tienes un interesante recorrido por su vida y obra. ¿Qué os parece si lo veis y seguimos hablando de él después? |
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Alexander Calder nació en Estados Unidos, el 22 de julio de 1898 en Lawnton, Pensilvania. Fallecería el 11 de noviembre de 1976 en Nueva York. Fue por tanto un escultor estadounidense.
Nacido en una familia de artistas -con padre, madre y abuelo reconocidos como artistas de éxito- y pese a demostrar desde muy joven dotes para el arte que sus padres fomentarían -con ocho años le regalaron una caja de herramientas y un taller en el que trabajar y crear propios juguetes, como el pato y el perro realizados en plancha de cobre que vemos en la imagen de abajo- en su casa le instaron a estudiar una carrera universitaria. La carrera elegida: ingeniería, y aunque su decisión no estuvo motivada por una gran vocación, los conocimientos que allí adquirió fueron de gran utilidad para aplicarlos a su obra.
Nacido en una familia de artistas -con padre, madre y abuelo reconocidos como artistas de éxito- y pese a demostrar desde muy joven dotes para el arte que sus padres fomentarían -con ocho años le regalaron una caja de herramientas y un taller en el que trabajar y crear propios juguetes, como el pato y el perro realizados en plancha de cobre que vemos en la imagen de abajo- en su casa le instaron a estudiar una carrera universitaria. La carrera elegida: ingeniería, y aunque su decisión no estuvo motivada por una gran vocación, los conocimientos que allí adquirió fueron de gran utilidad para aplicarlos a su obra.
Decidió irse a Europa y en 1926 se trasladó a París. Allí comenzó a crear figurillas de madera, alambre, corcho y tela, que culminarían con sus famosos personajes en miniatura del Circo de Alexander. Comienza así a ganarse la vida, no como ingeniero, sino como constructor de juguetes y maestro en figuras circenses.
Trapecistas, domadores, payasos, lanzadores de cuchillo, leones… a los que él mismo daba vida manipulándolos y poniéndoles voz sobre la música de un tocadiscos de fondo convirtiéndose sus actuaciones en toda una esperada atracción.
Hacia 1930 era ya muy famoso en París y en los Estados Unidos por sus esculturas de alambre, al igual que por sus retratos, sus bosquejos de línea continua y sus abstractas construcciones motorizadas. Pese a continuar construyendo juguetes toda su vida, empezó a interesarse por un arte abstracto de formas y figuras.
Veamos primero su pintura, en la búsqueda de una expresión abstracta en movimiento:
Veamos primero su pintura, en la búsqueda de una expresión abstracta en movimiento:
Después, los móviles, la parte de su obra más aplaudida, siendo conocido como el creador de las esculturas móviles y precursor de la escultura cinética.
Estas esculturas, realizadas con láminas de metal de vivos y colores primarios, y sujetas por alambres creando una estructura orgánica, se mueve al azar, al son del viento, los espectadores o de pequeños motores, creando cada vez una obra de arte diferente en la que el espectador tiene mucho que decir y en donde las esculturas dejan de ser tridimensionales para adquirir una cuarta dimensión: al largo, ancho y alto se le agrega la variable del tiempo.
También elaboró obras esculturales inmóviles. Aunque los primeros móviles y esculturas fijas de Calder fueron relativamente pequeños, poco a poco fue orientándose hacia obras de gran tamaño en sus trabajos posteriores.
Su talento ha sido reconocido en importantes exposiciones de arte contemporáneo en las que obtuvo grandes éxitos económicos y de crítica.
Su talento ha sido reconocido en importantes exposiciones de arte contemporáneo en las que obtuvo grandes éxitos económicos y de crítica.
Las piezas de Calder invitan al juego. A niños y mayores entran unas ganas irresistibles de tocar, de dialogar con unas obras que sentimos cercanas. Y, ¿sabéis qué? No estamos transgrediendo ninguna norma, más bien estamos siguiendo los deseos del propio Calder que quiso despojar al artista del control de su obra para invitar al espectador en el proceso de creación y transformar con su intervención la pieza a su voluntad.
Alexander Calder fue, ante todo, un tipo divertido, alegre, con sentido del humor y al que le fascinaba jugar. Unos rasgos que quedan patentes en cada una de sus obras: en sus móviles, en sus juguetes, en sus cuadros e incluso en los automóviles y aviones que decoró.
¿Sabías que entre sus obras más importantes destacan las llamadas "Nubes de Calder”? Se trata de treinta y un paneles de madera contrachapada que reflejan el sonido y actúan de soporte acústico. Se encuentran suspendidos en el techo y en las paredes laterales del Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela. Estas esculturas flotantes convierten al recinto teatral en una de las cinco salas con mejor acústica del mundo.
Ahora que conocemos un poco más a Alexander Calder podemos imaginarnos cómo idearía su circo, sus personajes, sus historias. Nosotros le hemos puesto música y hemos viajado en el tiempo para contaros las aventuras de un niño, Alexander, cuyo mayor deseo es ser parte del circo de Calder.
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